La energía eólica es una de las fuentes renovables más prometedoras y en crecimiento en el mundo. Te explicamos como funciona.

La energía eólica impulsa un futuro sostenible con electricidad limpia y renovable

La energía eólica es una de las fuentes renovables más prometedoras y en crecimiento en el mundo. Su funcionamiento se basa en un principio simple: el sol calienta la atmósfera y la superficie de la tierra, creando corrientes de aire o viento. Este viento mueve las aspas de los molinos, también conocidos como turbinas eólicas o aerogeneradores, que transforman esa energía de movimiento en electricidad.

El viento como motor de cambio hacia un mundo más verde y sostenible, la energía eólica

El funcionamiento de los Aerogeneradores

El aerogenerador es el componente central en las instalaciones eólicas. Las palas del aerogenerador son impulsadas por el viento, lo que a su vez mueve un eje central llamado buje. Este movimiento puede ser utilizado de dos maneras: para generar energía mecánica, como en los tradicionales molinos de bombeo de agua. O para producir energía eléctrica mediante la conexión de dispositivos mecánicos y eléctricos. En el caso más común, los aerogeneradores convierten la energía cinética del viento en electricidad. Esta electricidad luego pasa a través de un transformador y se envía a la red eléctrica para su distribución.

En áreas remotas, donde no hay acceso a la red eléctrica, se utilizan instalaciones minieólicas aisladas que almacenan la electricidad en baterías. Estos sistemas son ideales para viviendas aisladas, pequeñas embarcaciones, sistemas de riego agrícola y extracción de agua. Los aerogeneradores de estas instalaciones suelen ser de baja potencia, generalmente entre 1,5 y 10 kW, y a menudo se complementan con otros sistemas de energía renovable, como la energía solar fotovoltaica.

Parques Eólicos

Para la generación a gran escala, los aerogeneradores se agrupan en parques eólicos. Estos parques pueden instalarse en tierra firme o en el mar. En los parques terrestres, los aerogeneradores alcanzan alturas de hasta 160 metros y han visto un aumento significativo en su capacidad de generación. Mientras que en la década de 1980 las turbinas tenían una capacidad de alrededor de 100 kW, hoy en día las máquinas comunes alcanzan entre 2 y 3 MW, y ya existen en el mercado aerogeneradores con capacidades de hasta 7 MW.

Los parques eólicos marinos, por otro lado, suelen utilizar aerogeneradores de mayor potencia, que van de 5 a 12 MW. Andalucía, por ejemplo, cuenta con una potencia eólica terrestre instalada de 3.637,0 MW y tiene un gran potencial para el desarrollo de la energía eólica marina, especialmente en las costas de Málaga, Granada y Almería. Se espera que en los próximos años se implementen parques eólicos marinos en estas zonas, ya que han sido aprobados en los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo por el Gobierno de España y la Comunidad Europea.

Beneficios económicos y medioambientales

La energía eólica ofrece numerosos beneficios económicos y medioambientales. Es una fuente de energía limpia que no emite gases de efecto invernadero durante su operación, contribuyendo así a la reducción de la huella de carbono. Además, reduce la dependencia de los combustibles fósiles y ayuda a estabilizar los precios de la electricidad al proporcionar una fuente de energía con un coste de obtención cero. El viento, al ser gratuito, permite a los productores ofertar electricidad a precios más bajos en el mercado. Lo que puede beneficiar a los consumidores finales.

La energía eólica también es un motor de generación de empleo. A nivel mundial, el sector de las energías renovables emplea a más de 13,7 millones de personas, con un crecimiento constante año tras año. En España, el sector eólico emplea a más de 30,000 personas, y se espera que esta cifra supere los 67,000 empleos para 2030, según la Asociación Empresarial Eólica (AEE).

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